PREGUNTAS FRECUENTES ANTES DE ACUDIR AL PSICÓLOGO

• Cuando sientas que tienes dificultad para vivir de la forma que deseas y que no puedes expresar libremente tu personalidad.
• Cuando tengas que tomar una decisión importante en tu vida y sientas un bloqueo o simplemente quieras ayuda para organizar tus pensamientos para realizar una elección adecuada.
• Cuando identifiques emociones negativas que te causen malestar y limiten tu vida de alguna manera en uno o varios aspectos.
• Cuando tengas un problema que te provoca un gran sufrimiento, o sientas que una situación te desborda y no sabes como enfrentarte a ella.
• Si acabas de perder a un ser querido o le han diagnosticado alguna enfermedad terminal. O bien si eres tú quien padeces una enfermedad incapacitante y te sientes incapaz de sobrellevarlo.
• Cuando tengas dificultades en tus relaciones, tanto sociales, como de amistad, de pareja o familiares y te gustaría hacer algo para mejorarlas.
• Cuando sientas que te faltan fuerzas para enfrentarte a tu día a día, sientas desánimo, cansancio o estrés.
• Cuando sientas una aprehensión constante, que te cuesta respirar y no sepas a qué se debe exactamente.
• Cuando necesites consultar algo que te inquiete tanto si es sobre ti mismo/a o sobre algún familiar o seres queridos.
• Si tras seguir un tratamiento farmacológico los resultados no son todo lo satisfactorios que deseas o bien como complemento a la terapia farmacológica.
• Si en el colegio, trabajo, o profesional de la medicina u otra especialidad te aconsejan la necesidad de buscar tratamiento psicológico.
• Si simplemente lo que quieres es mejorar tu calidad de vida, desarrollar al máximo tu potencial y expresión de tu personalidad.

El tiempo que una persona se encuentra en tratamiento depende de la naturaleza del problema y los objetivos de la terapia. Algunas personas tienen un problema muy específico que puede ser trabajado a través de una terapia breve, a corto plazo. Para otras, la terapia es un proceso de aprendizaje continuo y eligen acudir por un período de tiempo más largo.

Por desgracia, a veces en una pareja una parte no está tan dispuesta como la otra a buscar ayuda profesional para resolver sus conflictos. Sin embargo, a menudo nos encontramos con que es posible mejorar la relación con una sola persona involucrada en el asesoramiento.

La confidencialidad es uno de los componentes más importantes entre cliente y psicoterapeuta, la terapia exitosa requiere un alto grado de confianza. Sin embargo hay determinados casos en los que las leyes y la ética profesional eximen al/a la profesional de mantener la confidencialidad: ante sospecha pasada o presente de abuso o abandono de niños/as, adultos o mayores (tanto si los propicia como si los percibe) o bien cuando se tienen motivos para sospechar que la/el cliente está seriamente en peligro de hacerse daño a si misma/o o a otra persona.